Latinoamérica es una región llena de oportunidades que celebra su diversidad, pero también de retos que la fragmentan. Estudios de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Transparencia Internacional y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) mencionan que los principales desafíos son la gran desigualdad social, la corrupción y los ataques a la democracia (como narcotráfico y migración forzada). Este año 2021, la región puede beneficiarse de los recursos que tiene, como lo son minerales, clima y su joven población, si integra dentro de sus políticas públicas la promoción de nuevas tecnologías, como la energía limpia, nanotecnología y educación en la nube.
La OCDE, el New York Times y otros grupos de expertos advirtieron que la crisis actual era una que ya se esperaba pues el PIB mundial se venía estancando en 2019 en un 2.9%. También hay que añadir el anuncio de Bill Gates en 2015 haciendo un llamado de acción para tomar medidas para futuras pandemias. Si bien ya América Latina había luchado contra un virus como la influenza A(H1N1) en 2009, el COVID ha sido más difícil de contener, en parte por la fácil transmisión del virus y por problemas subyacentes de la región. La actual crisis que, si bien es una crisis sanitaria, también es una falta de liderazgo y disparidad entre los sectores de tecnología y de servicios. Sin embargo, McKinsey menciona que esta crisis sanitaria ha acelerado la implementación de tecnología.
Es por ello por lo que los recursos con los que cuenta esta región deben de ser aprovechados al máximo. El fenómeno mencionado por el economista Richard Auty como la “Maldición de los Recursos” (Resource Curse) donde sus recursos en vez de traer prosperidad económica han sido testigos de guerras, sobre explotación y pobreza. Los países latinoamericanos tienen la oportunidad de mejorar el uso de su posición geográfica como lo es el sol, viento y ríos para las energías limpias. Brasil es uno de los países con la central hidroeléctrica más poderosa, Tucuruí en el estado de Pará a nivel mundial después de China. También es bien conocido por sus materias primas y minerales. Por último, la población de la región es una de las más jóvenes a nivel mundial.
Energías nuevas y viejas.
Esto podría cambiar para Latinoamérica en el siguiente año. Un país que se ha querido poner a la vanguardia es Chile, que al poseer varios recursos naturales se ha enfocado en proponer a Europa la posibilidad de hacer hidrógeno verde y ha puesto en marcha un programa para transportarlo a la región del norte de manera segura en buques de carga. Sin embargo, sus ojos no solo ven al norte, Chile también apostará a enviarla al sur, a Australia.
Dentro del webinar público “El futuro de la red eléctrica en América Latina”, los principales directores del sector de energía (Colombia, Chile y Brasil) mencionaron la importancia de nuevas tecnologías como el Internet de las cosas (IoT) y las micro redes inteligentes (Smart grids) que junto a las energías limpias podrían ayudar a enfrentar la nueva demanda de energía provocada por esta nueva normalidad y el teletrabajo y la educación a distancia. Se deben tomar acciones para una conexión intergeneracional. Por primera vez tenemos cuatro generaciones trabajando “bajo el mismo techo”. Generaciones más experimentadas deben colaborar con generaciones más jóvenes para eficientar el uso de las nuevas tecnologías dentro de estas empresas productoras y distribuidoras de electricidad. A su vez, se necesita más inversión para mejorar la interconectividad física en las regiones.
Bolivia, Argentina y Chile son los países que concentran a nivel mundial las mayores reservas de litio y cobre, siendo Bolivia el que encabeza el llamado “triángulo de litio”. A su vez, Chile es uno de los países con mayores reservas de cobre con 200 millones de toneladas, seguido por Perú con 87 millones. Elementos claves para el sector automotriz y tecnológico. De acuerdo con el informe “Minerals for Climate Action: The Mineral Intensity of the Clean Energy Transition” del Banco Mundial, estos países se encuentran en una encrucijada, tras el “boom” de energías limpias se necesitarán más elementos para la transición energética y disminuir las emisiones de carbono, sin embargo, la recuperación de estos recursos una vez sean deshechados es costosa y peligrosa. El Banco Mundial enfatiza que aún cuando los aparatos electrónicos sean reciclados y reutilizados, no será suficiente para satisfacer la demanda futura para energía renovable. Aquí lo más crítico es el almacenamiento de energía. El COVID-19 ha modificado la demanda del litio y cobre para el almacenamiento de la energía que continuará influyendo en su demanda futura.
Problemas subyacentes
Esta crisis nos plantea cómo podemos implementar esta nueva revolución de la industria 4.0 para el beneficio de los Estados. En la economía de los datos (Data Economy) los servicios toman relevancia, se tendrán que hacer eficientes y registrables, como el servicio de agua potable. Si bien Latinoamérica tiene una de las grandes reservas de agua potable que pueden encontrarse en el Acuífero Guaraní, debajo de Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay. También están en peligro de ser contaminadas por las mismas prácticas de extracción de materias primas, minerales del litio y grafito y de pesticidas. Lo cual puede repercutir en el servicio, poniendo a estas comunidades en riesgo.
Si bien la región ha demostrado su alta versatilidad y su gran capacidad de resiliencia numerosas veces, 2021 no será la excepción. También hay que tener en cuenta que las crisis siempre han servido a la región para tomar fuerza, transformarse y autodefinirse. La región cuenta con materias primas, minerales y una población joven que con transparencia y multilateralidad pueden ayudar a superar esos retos y promover el desarrollo de los países. Si hay algo que ha quedado claro después de las crisis, es que el mundo evoluciona gracias a la cooperación y la implementación de nuevas tecnologías y nuevas épocas comienzan.
Edited by Vanessa Cazares; Photo credit: Planet Labs Inc, Wikimedia Commons